INGREDIENTES:
- 220 g. harina de fuerza
- 12 g. levadura fresca
- 3 huevos XL a temperatura ambiente
- 70 g. mantequilla muy blanda (a temperatura ambiente)
- 30 g. azúcar
- 4 g. sal
- Harina y mantequilla para los moldes
Para el almíbar
- 1 y 1/2 l de agua mineral de botella
- 600 g. azúcar
- Una copa de ron añejo
PROCEDIMIENTO PREPARAR LA MASA
Para comenzar vamos a colocar toda la
harina en el recipiente del robot de cocina, añadimos la sal, y una pequeña
parte de huevo batido. Colocamos el gancho de amasar, y ponemos la maquina en
marcha, de momento a velocidad baja. Cuando el huevo se haya integrado un poco,
añadimos otra pequeña parte, aumentamos un poco la velocidad y seguimos
mezclando. Cuando se haya incorporado, añadimos otra parte más.
Reservamos un momento el resto de huevo
batido que nos queda, y ahora incorporamos la levadura fresca desmenuzada, así
tal cual, no hace falta disolverla en agua ni nada. Ahora la masa veremos que
tiene un aspecto arenoso, desestructurado, y feo, vamos, que no hay por dónde
cogerla, no pasa nada, es totalmente normal. Ahora a velocidad media vamos a ir
incorporando el resto de huevo que nos queda, igual que antes, poco a poco, y
veremos como la masa va tomando una textura un poco más homogénea. Entonces
agregamos el azúcar, y dejamos que se incorpore a la masa.
Seguidamente comenzaremos a incorporar
la mantequilla en porciones pequeñas, también poco a poco. Es importante que la
mantequilla haya estado fuera del frigorífico como mínimo 2 o tres horas, para
que tenga una textura muy blanda, y se integre rápidamente, así no tendremos
que trabajar la masa en exceso, ya que para esta receta, el amasado no debe
superar los 20 minutos.
Cuando veamos que la masa es bastante
homogénea, lisa, y se empieza a separar ligeramente de las paredes del
recipiente, dejamos de amasar, ya está lista. En el video podéis ver el aspecto
que debe tener. Tiene que quedarnos una masa muy elástica, y un poco pegajosa,
cuando la estiramos con los dedos no debe romperse, eso quiere decir que está
perfecta.
**Como he explicado en la introducción, esta receta
no tiene una fermentación previa, y solo necesita un levado. Así que nos
disponemos a rellenar los moldes.
En este caso hemos utilizado tres
clases de molde, unos para mini babà, que son una especie de flaneras muy
pequeñas, y es el molde tradicional del babà napolitano. También he utilizado
unos un poco más grande para babà medianos, y unos moldes tipo savarín, que
quedan muy bonitos.
Lo primero que tenemos que hacer, es
engrasar los moldes con mantequilla y espolvorearlos con un pelín de harina,
menos los de savarín, que si son de silicona no es necesario.
Rellenaremos solo un tercio del molde,
ya que dos tercios subirán en el levado, y otra parte crecerá al hornear. Para
que esta operación sea sencilla, lo mejor es engrasarse los dedos con un poco
de aceite de girasol, ir tomando pequeñas porciones, y colocándolas en los
moldes, en el video podéis verlo perfectamente.
En el caso de los savarines, luego
debemos darle la forma para que al levar nos queden bien.
Dejaremos reposar como mínimo 2 horas, en ocasiones incluso más, dependiendo de
la temperatura del lugar, que para ir bien debe rondar los 24º C. Una opción es
ponerlos dentro del horno apagado.
Para acelerar el proceso, si veis que tarda mucho, sobre todo cuando hace frio,
una manera muy eficaz, es calentar el horno a la temperatura más baja, meter
los moldes dentro para darles el último empujón.
Una vez hayan doblado su volumen, vamos a hornear.
El horno debe estar previamente
calentado a 180º C. Cada tamaño del babà napolitano tiene su tiempo de cocción,
así que haremos lo siguiente. Para los mini babà: 180º C unos 8-10 minutos.
Para los babà medianos y los savarín: 180º C unos 15 minutos. Una vez horneados,
los retiramos del horno, y los desmoldamos, dejamos que se enfríen sobre una
rejilla, y mientras tanto vamos a preparar el almíbar para bañarlos.
Preparar el almíbar
Necesitamos una olla o cacerola con
bastante capacidad, vamos a poner un litro y medio de agua y 600 g de azúcar.
Cuando rompa a hervir, retiramos del fuego, pasamos el jarabe a un recipiente
grande, añadimos una copa de ron, la cantidad va al gusto de cada uno, y
dejamos que se enfrié a 40-45º C.
Va a parecer que es mucha cantidad de
agua y azúcar, pero los babàs absorben mucho líquido, y veréis que para esta
cantidad nos va a ir justo, además que es conveniente guardar un poco de
almíbar para ir mojando un poco los babà napolitano en el momento de comerlos,
para que estén bien empapados.
El baño de Babà
Cuando el almíbar esté a la temperatura
indicada, iremos sumergiendo los babás de tres en tres o más, dependiendo de la
capacidad del recipiente, con la ayuda de una espumadera los empujamos hacia
abajo para que se empapen bien, no se trata de mojarlos y sacarlos enseguida,
deben estar cerca de un minuto. Los baba napolitano, si están bien hechos, no
se rompen, y son como una esponja, los puedes estrujar para escurrirlos, y
vuelven a su posición. En el video podéis ver la prueba.
Los vamos depositando sobre una rejilla
con un recipiente debajo para que vayan escurriendo.
Ya sabéis que los podéis acompañar con una crema de chantilly y frutos rojos, o
así tal cual. A disfrutar, y cuidadito que son un vicio, de empezar y no parar.